Lanzamiento de disco
El lanzamiento de disco no se relaciona con situaciones de
la vida cotidiana como correr o saltar. Existen varias tesis sobre el origen,
la más antigua de ellas lo relaciona con un juego practicado por niños y
adultos, el cual consistía en arrojar piedras planas que saltan sobre la
superficie de un río o del mar. Sin embargo, trabajos más recientes asocian el
origen de esta disciplina con ritos religiosos de la zona de Asia Menor o de
Chipre, no de Grecia. Dentro de los Juegos Olímpicos, el lanzamiento de disco
es una prueba más que conforma el pentatlón.
Los primeros discos de los que se tiene noticia estaban
hechos en piedra, aunque con el tiempo se acaban imponiendo los de metal,
principalmente hierro, plomo y bronce. El primer bronce conservado data de
mediados del siglo VI a. E. Aun así los discos que se conservan tienen unas
medidas y pesos llamativamente diferentes, esto puede deberse no solo a sus
diversos usos, la edad y condición física de los atletas, sino también a los
lugares y la época. Esto lo vemos reflejado en las Olimpiadas modernas, donde
un mismo deporte tiene diferentes categorías según el peso de los atletas. En
los antiguos Juegos Olímpicos los atletas lanzaban los mismos discos para que
hubiera igualdad de condiciones entre todos ellos, y estos discos eran
guardados en el tesoro. Desgraciadamente aún no se sabe el peso habitual del
disco lanzado en Olimpia, existe una conjetura, basada en hallazgos
arqueológicos, en la cual se afirma que no difiere del disco lanzado en la
actualidad: un peso de 2 k. y unos 20 y 23 cm. de diámetro.
El lugar desde donde los atletas arrojan el disco se
denominaba balbís, el mismo término con el que se designaba el punto de partida
en las carreras de velocidad. Dicho lugar era rectangular, no como ahora que es
circular, y tampoco se hallaba a una altura ligeramente superior al nivel del
suelo. Puede ser posible que el límite delantero del área de lanzamiento
coincida con la línea de salida de los corredores. Esta misma zona podría haber
sido utilizada también por los lanzadores de jabalina, quienes necesitan tomar
mucho impulso, por lo que se podría deducir que no existiría un límite trasero.
Por otro lado, los límites laterales servirían para acotar el espacio. Una vez
realizado el lanzamiento del disco se colocaba una varilla o un pequeño clavo
para marcar el punto donde aterrizó el disco, para que así tanto los jueces,
los espectadores como el propio atleta pueda saber al momento si había superado
al anterior lanzador.
Pero ¿cuál era le técnica empleada por los atletas? ¿el
estilo era similar o totalmente distinto al actual? La famosa estatua del
Discóbolo de Mirón ha creado mucho debate pero a la vez una gran admiración por
si describe o no de manera realista un momento preciso del lanzamiento de
disco.
Y aquí una pequeña anécdota, durante los primeros Juegos
Olímpicos modernos se impuso lo que llamaron "estilo griego" en el
lanzamiento de disco. Esta reconstrucción de la forma de lanzar el disco fue
debida a una corrupción textual de la literatura antigua y a una mala
interpretación del momento de lanzamiento del Discóbolo de Mirón. Por todo
ello, se obligó a los atletas a lanzar el disco desde una plataforma un poco
elevada, con el pie derecho delante del izquierdo durante el lanzamiento, que
iba precedido de un simple balanceo del disco hacia delante y hacia atrás, no
de un giro completo del cuerpo. Esta técnica fue descartada por su rigidez y
artificiosidad, cambiándola por el estilo más natural que se emplea hoy en día.
Existe otra cuestión a debatir que es si realizaba una
rotación completa, más parecida a la moderna, o una rotación incompleta.
Actualmente la segunda opción está más admitida, ya que cuenta con más y
mejores argumentos a su favor.
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